- Inclina la cabeza hacia un lado e introduce con cuidado el aplicador nasal (aproximadamente 3 mm) en una fosa nasal.
- Presiona brevemente y de forma rápida.
- Déjalo actuar durante unos segundos.
- Limpia el líquido sobrante que salga de la fosa nasal.
- Repite la operación en el otro orificio, girando la cabeza hacia el lado contrario.
- Suénate la nariz con un pañuelo.
- Repite la operación, si es necesario, hasta que la nariz quede totalmente limpia.
- Por razones de higiene y para evitar el riesgo de infección, después de usar el producto, lava el aplicador nasal bajo un chorro de agua y aire seco.

Para una limpieza nasal diaria: De 1 a 2 pulverizaciones en cada fosa nasal por la mañana y por la noche.
Desde los primeros síntomas de un resfriado o de una rinitis: Repite las pulverizaciones hasta destapar completamente la nariz, con un máximo de 6 pulverizaciones al día por fosa nasal.