Aunque muchas veces se asocia con la infancia, el miedo al dentista es una realidad muy común en adultos. Esta ansiedad puede llevar a evitar revisiones, limpiezas o tratamientos, lo que pone en riesgo la salud bucodental.
La buena noticia es que existen formas eficaces de gestionar este miedo y acudir al dentista con tranquilidad. A continuación, te explicamos por qué puede surgir esta fobia y qué puedes hacer para superarla.
¿Por qué tenemos miedo al dentista?
Este miedo, conocido como odontofobia, puede tener distintos orígenes:
- Experiencias negativas en la infancia.
- Episodios de dolor o incomodidad en visitas anteriores.
- Miedo a lo desconocido o al dolor.
- Sensación de vulnerabilidad en la silla dental.
- Vergüenza por el estado de la boca.
- Preocupación por el coste económico del tratamiento.
¿Cómo superar el miedo al dentista?
Identificar el origen del miedo es el primer paso. A partir de ahí, la información y la planificación pueden ayudarte a sentirte más seguro y tranquilo.
1. Infórmate sobre la clínica y el odontólogo
Busca un profesional con buenas referencias y opiniones. La confianza es clave para sentirte cómodo en la consulta. Puedes visitar la clínica antes de tu cita para familiarizarte con el entorno y el equipo.
2. Conoce tu diagnóstico
Pide que te expliquen con claridad qué tratamiento necesitas, cómo se realizará y qué sensaciones puedes experimentar. Saber qué va a ocurrir reduce la ansiedad.
3. Empieza poco a poco
Si llevas años sin acudir al dentista, comienza con una limpieza dental. Es un procedimiento sencillo que te permitirá recuperar la confianza sin dolor.
4. Programa tu cita a primera hora
Evitarás pasar todo el día pensando en la consulta. Además, procura llegar con el tiempo justo para no esperar demasiado, ya que la espera puede aumentar la ansiedad.
5. Acude acompañado
Ir con un familiar o amigo de confianza puede darte seguridad. También puedes llevar música, un libro o practicar respiración consciente para relajarte mientras esperas.
6. Anestesia local y sedación consciente
Si te preocupa sentir dolor, el dentista puede utilizar anestesia local. También existe la opción de sedación consciente si el nivel de ansiedad es muy alto. Nunca tomes ansiolíticos sin prescripción médica previa, pueden interferir, tanto por la dosificación como por las posibles interacciones, con la anestesia local y/o sedación consciente.
7. Mantén una comunicación abierta
Durante el tratamiento, si sientes molestias, avisa al dentista levantando la mano. Ellos están preparados para detenerse y adaptarse a tu ritmo.
¿Por qué es importante acudir al dentista?
Evitar ir al dentista por miedo puede tener consecuencias en tu salud general. Las enfermedades periodontales están relacionadas con problemas cardíacos, diabetes o complicaciones en el embarazo. Las revisiones periódicas no solo cuidan tu sonrisa, sino tu bienestar general.
Conclusión
El miedo al dentista es más común de lo que parece, pero no tiene por qué condicionar tu salud bucodental. Con información, apoyo y un equipo profesional que entienda tus temores, es posible recuperar la confianza y acudir a tus revisiones sin ansiedad.
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