Durante décadas, se subestimó el impacto que el humo del tabaco tenía sobre las personas no fumadoras. Sin embargo, desde los años 801, diversos estudios científicos han demostrado que el humo de segunda mano es altamente tóxico y puede provocar enfermedades graves en quienes lo respiran de forma involuntaria.2
En este artículo te explicamos qué es ser fumador pasivo, cómo te afecta el humo del tabaco y qué puedes hacer para evitarlo.
¿Qué es un fumador pasivo?
Se considera fumador pasivo a toda persona que respira el humo del tabaco en espacios cerrados, sin fumar directamente. Esto ocurre habitualmente en el hogar, en el coche o en lugares donde conviven personas fumadoras.
Se estima que convivir con fumadores en casa equivale a inhalar el humo de entre 4 y 10 cigarrillos al día.
El humo del tabaco se compone de:
- Corriente principal: el que inhala directamente el fumador.
- Corriente secundaria: el que se libera entre caladas y permanece en el ambiente.
Este último es especialmente tóxico: contiene hasta 3 veces más nicotina y alquitrán, y hasta 5 veces más monóxido de carbono que la corriente principal.3
El aire contaminado por humo de tabaco (ACTH) contiene al menos 42 sustancias cancerígenas, como arsénico, amoníaco o formaldehído, y afecta directamente a la salud de quienes lo respiran.
¿Qué efectos tiene el humo del tabaco en fumadores pasivos?
La exposición al humo ambiental puede causar molestias inmediatas y problemas a largo plazo, incluso en personas sanas:
Síntomas inmediatos:
- Irritación ocular y lagrimeo.
- Picor de garganta, tos seca o congestión nasal.
- Estornudos y dificultad respiratoria leve.
Puedes aliviar estas molestias con sprays nasales de agua de mar o soluciones oftálmicas hidratantes para ojos secos.
Riesgos a largo plazo:
- Mayor probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
- Pérdida de elasticidad en los vasos sanguíneos.
- Aumento del riesgo de cáncer de pulmón, incluso sin haber fumado nunca.
Riesgo de cáncer en fumadores pasivos
Numerosos estudios han confirmado que las personas no fumadoras expuestas de forma habitual al humo del tabaco tienen un mayor riesgo de desarrollar:
- Cáncer de pulmón.
- Enfermedades cardíacas.
- Enfermedades respiratorias crónicas.
Especialmente preocupante es el caso de cónyuges de fumadores que conviven durante años en un ambiente con humo: el riesgo es comparable al de los propios fumadores activos.
Niños y humo de segunda mano: un riesgo invisible
Los menores son especialmente vulnerables. La exposición al humo en casa puede provocar:
- Mayor riesgo de bronquitis, neumonía y asma.
- Infecciones respiratorias frecuentes.
- Otitis recurrentes.
- Mayor probabilidad de muerte súbita del lactante.
Los niños no pueden elegir su entorno. Es responsabilidad de los adultos protegerlos de ambientes con humo.
¿Cómo evitar ser fumador pasivo?
La única forma efectiva de protegerse del humo del tabaco es evitar completamente su presencia en interiores:
- No permitas que se fume dentro del hogar o en vehículos.
- Abre las ventanas, pero recuerda que ventilar no elimina todas las toxinas.
- Los purificadores de aire ayudan, pero no eliminan los gases tóxicos del humo.
- Reclama tu derecho a respirar aire limpio.
Según la legislación española, está prohibido fumar en espacios públicos cerrados, centros sanitarios, educativos o deportivos. El derecho a un aire libre de humo prevalece sobre el derecho a fumar.
Conclusión
Respirar humo de segunda mano no es inocuo. Puede provocar desde molestias leves hasta enfermedades graves como cáncer o cardiopatías. Protegerse y proteger a los tuyos del humo del tabaco es una responsabilidad compartida.
En Careplus te ayudamos a cuidar tu salud respiratoria y a mejorar tu bienestar físico y emocional.
Referencias bibliográficas
- Office on Smoking and Health (US). The Health Consequences of Involuntary Exposure to Tobacco Smoke: A Report of the Surgeon General. Atlanta (GA): Centers for Disease Control and Prevention (US); 2006. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK44324/
- Exposición involuntaria al humo de tabaco ambiental: revisión actualizada y posibilidades de actuación. SEMERGEN. 1998;25:702-11.
- Córdoba García, Clemente Jiménez L, Aller Blanco A. Revista Atención primaria. 2003;31:181-190.
- Cortés Durán PM, López Serrano B. Rev Clin Med Fam. 2014;7(3):234-237.