La palabra apnea proviene del griego y significa “sin respiración”. Aunque muchas personas la asocian con el buceo o con la apnea del sueño, este concepto va mucho más allá. La apnea es una técnica de respiración que consiste en contener el aire de forma voluntaria durante un tiempo determinado, y puede tener beneficios tanto físicos como mentales si se practica de manera controlada.
En este artículo te explicamos qué ocurre en el cuerpo al practicar apnea, qué beneficios aporta y cómo se aplica en diferentes deportes y terapias.
¿Qué es la apnea?
La apnea es un ejercicio de control respiratorio que implica retener la respiración de forma consciente. Es una práctica ancestral, vinculada al buceo a pulmón libre, que todavía se utiliza hoy en día en actividades como la pesca submarina, pero también se ha integrado en el entrenamiento deportivo, la meditación y ciertas terapias respiratorias.
¿Qué ocurre en el cuerpo al hacer apnea?
Cuando contenemos la respiración, el cuerpo activa el reflejo de inmersión mamífero, una respuesta natural para conservar oxígeno:
- Disminuye la frecuencia cardíaca (entre un 10-25%).
- Se contraen los vasos sanguíneos para priorizar el riego al cerebro y al corazón.
- Aumentan los glóbulos rojos gracias a la activación del bazo.
- Se incrementa la tolerancia al dióxido de carbono (CO₂) y disminuye el consumo de oxígeno.
Este proceso entrena al organismo para adaptarse a condiciones de hipoxia (bajo nivel de oxígeno).
Beneficios de la apnea
A nivel físico:
- Mejora la capacidad pulmonar.
- Aumenta la resistencia y el rendimiento aeróbico.
- Contribuye a reducir la presión arterial.
- Fortalece la musculatura respiratoria y la caja torácica.
A nivel psicológico:
- Mejora la concentración y la atención plena.
- Favorece la relajación mental y la gestión del estrés.
- Aumenta la oxigenación cerebral, beneficiando la memoria y las funciones cognitivas.
- Estimula la liberación de endorfinas, generando sensación de bienestar.
Cómo iniciarse en la práctica de la apnea
Antes de empezar, es fundamental contar con una evaluación médica previa y adquirir conocimientos básicos sobre fisiología respiratoria.
Recomendaciones clave:
- Aprende respiración diafragmática y técnicas de relajación.
- Nunca practiques apnea en solitario.
- Acude a un curso de iniciación con profesionales cualificados.
- Prepárate mental y físicamente: la apnea exige control muscular, mental y respiratorio.
Para aprender a practicar apnea, antes se deben dominar correctamente otras técnicas de respiración y de relajación.
Técnicas básicas de respiración para apnea
- Relaja cuerpo y mente: cualquier tensión consume más oxígeno.
- Respira con normalidad antes del ejercicio (ni muy rápido ni muy profundo).
- Secuencia final de respiración antes de iniciar la apnea:
- Inhala al 75% de tu capacidad pulmonar.
- Exhala todo el aire.
- Inhala al 100%.
- Inhala al 75% de tu capacidad pulmonar.
- Retén el aire usando la glotis, sin dejar escapar oxígeno.
Riesgos de la apnea: precauciones necesarias
Aunque es una técnica segura si se realiza correctamente, la apnea conlleva riesgos si se practica sin supervisión:
- Apnea en seco: puede generar alteraciones en la presión arterial y frecuencia cardíaca.
- Apnea estática: si se practica solo/a, puede provocar pérdida de conciencia.
- Apnea en profundidad: implica riesgos adicionales por la presión del agua y el intercambio de gases, como síncope hipóxico o descompensaciones.
Nunca practiques apnea sin compañía ni en entornos de riesgo sin preparación.
Aplicaciones deportivas de la apnea
La apnea no solo se limita al buceo. También puede mejorar el rendimiento en otros deportes:
Natación y surf
Controlar la respiración con apnea mejora la capacidad de mantener la cabeza bajo el agua, optimiza brazadas y prepara al cuerpo para afrontar olas o inmersiones repentinas.
Pesca submarina
Es una técnica esencial para esta práctica ancestral, que aún hoy se realiza en muchas culturas marítimas.
Entrenamientos en hipoxia
La apnea estimula la producción de glóbulos rojos, mejorando el transporte de oxígeno y beneficiando el rendimiento en deportes de resistencia.
Conclusión
La apnea es mucho más que aguantar la respiración. Practicada con seguridad, puede aportar beneficios significativos tanto a nivel físico como mental, además de mejorar el rendimiento en deportes acuáticos. La clave está en aprender la técnica correctamente, entender los procesos fisiológicos que conlleva y respetar siempre los límites del cuerpo.
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