El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades crónicas, pero su impacto en la visión muchas veces pasa desapercibido. Fumar no solo afecta los pulmones o el corazón, también daña directamente los ojos y puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades oculares graves.
En este artículo te explicamos por qué dejar de fumar también es una decisión clave para proteger tu salud visual.
Efectos del tabaco en los ojos
El humo del cigarrillo irrita los ojos de forma inmediata, provocando sequedad, enrojecimiento y molestias. Pero sus efectos van mucho más allá de lo visible: las sustancias tóxicas del tabaco, como la nicotina, deterioran la salud ocular a largo plazo.
¿Cómo lo hace?
- Aumenta el cortisol, lo que eleva la presión ocular.
- Reduce el flujo sanguíneo a los ojos, afectando la visión nocturna.
- Debilita los tejidos oculares y acelera el envejecimiento visual.
Fumar y degeneración macular (DMAE)
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores. Fumar puede adelantar su aparición hasta 7 años antes en comparación con quienes no fuman.
¿Por qué ocurre?
La nicotina y otras toxinas dañan la mácula, que es la zona del ojo responsable de la visión central. Esto genera visión distorsionada, borrosa o incluso ceguera parcial.
Tabaquismo y retinopatía diabética
Las personas fumadoras tienen entre un 30% y 40% más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2. Y si ya padecen esta enfermedad, el tabaco complica su control y agrava los efectos en la retina.
Esto puede derivar en una retinopatía diabética, una enfermedad que daña los vasos sanguíneos del ojo y puede provocar pérdida permanente de la visión.
Otros problemas oculares causados por el tabaco
Fumar está relacionado con varios trastornos visuales adicionales:
- Síndrome del ojo seco: inflamación crónica e irritación ocular.
- Mayor riesgo de cataratas: el cristalino se opaca, reduciendo la visión.
- Daño del nervio óptico: puede derivar en ceguera si no se trata.
Todos estos problemas pueden desarrollarse más rápido o con mayor gravedad en fumadores activos y pasivos.
¿Cómo proteger tus ojos si fumas?
La mejor forma de cuidar tu salud ocular es dejar de fumar. Sin embargo, hay algunas recomendaciones clave que también pueden ayudarte a reducir el riesgo:
- Acude a revisiones oftalmológicas periódicas.
- Informa a tu especialista si eres o fuiste fumador/a.
- Utiliza lágrimas artificiales para evitar la sequedad ocular.
- Evita el humo de segunda mano siempre que sea posible.
- Usa gafas de sol o protectores visuales en ambientes contaminados.
Consultar a tu oftalmólogo es el primer paso para prevenir daños irreversibles en tu visión.
Conclusión
Fumar daña mucho más que tus pulmones. El tabaco está directamente relacionado con un mayor riesgo de pérdida de visión, cataratas, daño macular y nervioso.
Abandonar el cigarro y adoptar buenos hábitos de salud visual puede marcar la diferencia en tu calidad de vida. Cuidar tus ojos también es una forma de cuidar tu futuro.
En Careplus te ayudamos a cuidar tu salud ocular y a mejorar tu bienestar físico y emocional.
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